Todo llega a su fin...
Si alguien quiere preparación para la PAU seguiremos adelante (avisadme!), y a los que no, la mayoría... mucha suerte en vuestros caminos... me alegro de haberme cruzado en el vuestro.
Si me necesitáis, sabéis donde encontrarme!
martes, 26 de mayo de 2015
martes, 19 de mayo de 2015
Práctica Tema 20 resuelta
Mapa temático que representa la distribución de las aglomeraciones
urbanas mostrando los ejes urbanos mediante coropletas y el tamaño según el
número de habitantes con figuras (círculos proporcionales). Los datos proceden de Méndez y
Molinero.
El fenómeno que se representa
es la distribución de las aglomeraciones
urbanas, es decir, ciudades que han crecido notoriamente llegando a conectar
con otros núcleos. Estas aglomeraciones están integradas en una red urbana
denominada sistema de ciudades que organiza el espacio.
En primer lugar podemos distinguir el tamaño de las ciudades según el nº de habitantes que determina su
rango en el sistema urbano. El mayor tamaño corresponde a 7 áreas
metropolitanas, que superan el medio millón de habitantes. Madrid ocupa el
rango nº 1 por su mayor población y tiene influencia sobre todo el territorio
nacional y establece relaciones con
otras metrópolis internacionales. Barcelona tiene una influencia más débil,
aunque intensa en el sector oriental y se encuentran estrechamente relacionadas
con las demás metrópolis. Existe un
salto brusco con respecto a las siguientes metrópolis, Valencia es la 3ª, le
siguen Sevilla, Bilbao, Málaga y Zaragoza cuyo tamaño, entre 500.000 y 1.500.000
habitantes, determinará unos servicios
de alto rango y una influencia regional. Tras ellas, existe un elevado nº de
ciudades con población entre 250.000 y 500.000, Valladolid, Oviedo, Murcia,
Alicante, A Coruña, Vigo, etc. Son capitales regionales, con servicios
especializados, influenza subregional o regional.
Jerárquicamente inferiores, por su tamaño e influencia encontramos las
ciudades medias. Su población se sitúa entre los 50.000 y los 250.000, son el
resto de localidades que figuran en el mapa, Lérida, Tarragona, Elche,
Algeciras, Avilés, Santiago de Compostela,
Lugo, Orense, León, Salamanca, Pamplona, Vitoria, Logroño, etc. Sus funciones son principalmente
terciarias, pero menos especializadas: comercio y servicios de ámbito
provincial.
Por debajo de ellas se
sitúan las ciudades pequeñas o villas
con menos de 50.000 habitantes Sus funciones son menos especializadas
En segundo lugar, podemos distinguir la distribución espacial de las aglomeraciones urbanas por su tamaño
demográfico. Ésta se caracteriza por dos
rasgos:
a) La disposición anular
en la periferia en torno a un espacio interior poco urbanizado, en cuyo centro
está la mayor aglomeración urbana del país, Madrid, rodeada de pequeñas
ciudades. Las aglomeraciones urbanas se sitúan en la periferia concentradas en 4 ejes territoriales: - el Septentrional,
discontinuo, integrado por el eje atlántico de Galicia y las ciudades
interiores que dependen de él (Orense y Lugo) y por el eje cantábrico,
comprendido entre el triángulo asturiano (Oviedo-Gijón-Aviles), el País Vasco y
Pamplona, también con ramificaciones hacia el interior (León, Burgos, y
Logroño, respectivamente).
- El eje mediterráneo oriental
comprende desde Gerona a Cartagena. El subsistema catalán está presidido por Bcn;
en él las autopistas del Mediterráneo y
del Ebro asegurarán una conexión fácil entre las ciudades por lo que tienden a
concentrarse en la costa en forma de sistema lineal. El subsistema
levantino-valenciano tiene a Valencia como ciudad rectora y tiene una
ordenación equilibrada del tamaño de las ciudades. El eje vertebrador es la
autopista del Mediterráneo, que también provoca una concentración de las
ciudades en el litoral o próximo a él.
- La red urbana andaluza se
dispone a lo largo de un doble eje: el valle del Guadalquivir (desde la costa
atlántica a Jaén) y el litoral (desde Almería a Huelva). En la Andalucía occidental
ejerce una influencia indiscutible Sevilla, en la oriental su influencia es
menor por la presencia de Málaga y Granada.
El interior peninsular es un espacio poco articulado. En el centro,
Madrid ejerce influencia no sólo sobre el área que la circunda sino sobre todo
el territorio nacional, indudablemente favorecida por la red de transportes
radial que hace de ella un centro de conexión de todo el territorio. Sólo Valladolid adquiere rango
metropolitano aunque su ámbito de influencia es limitado.
Por último los subsistemas balear y canario, condicionados por la
insularidad, factor negativo para sus comunicaciones con la Península e incluso
entre las islas. Palma de Mallorca ejerce su influencia como metrópoli regional
y en Canarias existe una bipolarización con Las Palmas de Gran Canarias, sobre
la que gravitan las islas orientales, y
Santa Cruz de Tenerife, sobre la que gravitan las islas occidentales.
b) Las grandes metrópolis se concentran en el NE, donde se localizan 5 de
las 7 ciudades con mas de 500.000 habitantes: los 4 grandes polos de actividad
económica (Madrid, Barcelona, Bilbao y Valencia) y Zaragoza, que ocupa una
posición estratégica como lugar de encrucijada.
Las causas de esa distribución y tamaño son un crecimiento acelerado,
la división administrativa, el auge de los transportes y
fundamentalmente, la localización del desarrollo económico, industrial y
turístico.
El primer hecho determinante es
la división administrativa en provincias en 1833, que genera el crecimiento de
las capitales, y posteriormente en CCAA en 1978. En 2º lugar, el auge del
transporte, desde mediados del XIX, con la implantación del ferrocarril,
auténtico generador de actividad
industrial. También, la política autárquica, que fomentó el crecimiento de las
ciudades donde se instalaron sectores básicos; así se comenzó a formar el triángulo del desarrollo
urbano-industrial del NE (Cantábrico, Barcelona, Madrid). Durante los 60-75 las
ciudades se convierten en polos de atracción a causa del crecimiento económico
(por la instalación de la industria) y los flujos migratorios procedentes de
campo, lo que provocará el crecimiento de las áreas metropolitanas de las
grandes ciudades, los centro turísticos del Mediterráneo e islas y las
capitales de provincias no industrializadas.
Tras el 75 y el efecto de la
crisis industrial el modelo urbano es determinado por la preeminencia de las actividades terciarias.
Esto provocará que las grandes ciudades
reduzcan el crecimiento demográfico y sigan ejerciendo su dominio, puesto que
se instalan industrias de nuevas tecnologías
y centros de innovación, y que
otras áreas crezcan por desarrollo del sector
terciario, como las regiones turísticas y regiones menos avanzadas del
sur peninsular (Andalucía y Extremadura). Aunque en el resto de España la
industria seguía siendo el principal factor de urbanización. El principal
factor que ha contribuido a la configuración de los ejes territoriales
señalados es el crecimiento de las áreas metropolitanas, que provocó que
existiera una línea de contacto entre ellas.
Las consecuencias son:
Demográficas: fuerte desequilibrio territorial por la concentración
de la población en esas áreas.
Económicas: aumento del desequilibrio económico debido a que se genera
más riqueza en estas zonas. Desde el punto de vista de las actividades
económicas existe un mayor desarrollo del sector terciario a la par que una
reducción del sector primario.
Sociales: Mejor dotación en servicios sociales. Densificación de la
ciudad, mayor marginalidad, aumento de
las desigualdades sociales.
Poder: Estas zonas más desarrolladas acaparan las funciones
rectoras y decisorias constituyéndose en
áreas centrales, a las que se subordinan el resto del territorio.
Ambiental: Tráfico, contaminación, ruido, mayor producción de
residuos, etc.
Como previsión
de futuro podríamos señalar que la
tendencia a la litoralización y
periferización podría verse afectada de manera que en un futuro se dará la
dispersión de la urbanización y un aumento
de las ciudades medianas y pequeñas como resultado de la congestión de las
grandes ciudades y la descentralización
de las actividades económicas, gracias a
la terciarización de la economía, la difusión de la industria, el desarrollo de
las autonomías, la mejora de las
infraestructuras y la estimulación de nuevas actividades basadas en los recursos endógenos, iniciativa apoyada
por programas europeos. Pero las grandes ciudades continuarán ejerciendo su
primacía por el control que ejercen sobre las funciones más relevantes.
lunes, 11 de mayo de 2015
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